miércoles, 11 de julio de 2012

Tropiezas con la realidad, corres tras un sueño.

Al final te das cuenta de las cosas, y entiendes que las princesas de cuentos no existen, que el gato que sonríe tampoco, que no hay monstruos debajo de la cama. Entiendes que la moda cambia continuamente, que un pantalón blanco es negro al final del día. Que lo que está bueno, engorda. Que el amor no es fácil, duele, y que la fidelidad ya no existe, no hay de eso. Aprendes que cuando caes toca levantarse, que el ser fuerte no hace que duela menos. Que los "siempre" son mentira, y que los "te quiero" se dicen como si nada. Aprendes que no todas las rosas son rosas, que las apariencias engañan, que hay que tener cuidado por donde se camina. Que los finales felices son demasiado improbables. Que no puedes sacar de la cabeza a alguien que no sale del corazón. Pero a pesar de todo esto, tienes que seguir, 
Nadie te dijo que fuera a ser fácil, y quizás si fuera fácil no merecería la pena intentarlo.


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